Instante de un domingo perdido en la primavera

Un rayo de luz atravesó mi habitación y me despertó tras un largo sueño. Me levanté y abrí la ventana para disfrutar de esa brisa mañanera y de la resplandeciente y cálida luz del sol en mi piel.
Las vistas eran preciosas. Un prado verde que llegaba hasta donde el cielo y la tierra se tocan, un prado de ensueño, húmedo y brillante por las gotas del rocío, adornado con flores silvestres de colores cálidos.
En un lateral había un almendro de gran embergadura, de un tono gris apagado que mostraba su vejez. Estaba en flor. Su aroma invadía mi habitación y la envolvía del tono rosáceo de los pétalos que el viento guiaba hasta mi pequeño dormitorio.
Una sonrisa de alegría se dibujó en mi cara al despertar de tal bella manera un domingo perdido en la primavera de ese año.

Los caminos que llevan a tí

En la vida te encontrarás a muchas personas. Unas te caerán mejor, otras peor, otras serán de las que ni te va ni te viene. Algunas lo significaran todo y puede que otras no signifiquen absolutamente nada. Pueden ser grandes personas o seres despreciables, pero siempre serás tú quien decidas que parte de las personas ver, si quieres ver a esa persona como finge ser o como es realmente. Si quieres puedes ver sólo lo que te interesa y fingir que lo que no te gusta no existe para así ser feliz, pero en el fondo sabes que te engañas a ti mismo. Pero como siempre y como en todo, absolutamente en todo, depende de lo que tú y nadie más decida.
Tus decisiones pueden ser las correctas o pueden ser equivocadas, pero de toda decisión hay una consecuencia. Puede que las consecuencias no te gusten, pero son lo que hacen de tu vida algo único, algo especial, algo TUYO. Y puede que en muchos momentos desees haber tomado otra decisión, pero si lo hicieses no serías la misma persona.
Malas decisiones tienen malas consecuencias, la cuestión es aprender de ellas para no cometer los mismos errores. Puede hasta que las malas decisiones te acaben guiando a lo que realmente deseas, que te lleven a tu auténtico camino, que lo que pensabas que podría ser mejor para ti era incluso peor.
Eres como eres, eso es algo que no puedes cambiar, solo puedes sacar lo mejor de ti y de lo que tienes.
En sí solo hay dos opciones básicas: elegir pensar todo lo malo o lo que aparenta serlo en tu vida o simplemente apreciar lo que tienes y lo que eres, siendo feliz o intentando serlo con ello.